Ante los lamentables hechos del norte de Santander, debemos revisar el relato de la oposición que ha construido una narrativa desde la seguridad olvidando el creciente fenómeno del narcotráfico que desde el Gobierno Duque viene alimentando las bandas criminales en Colombia, acciones políticas que en nada contribuyen a la seguridad con la que hoy se busca sacrificar la Paz. Uno de los negociadores del Gobierno y presidente de la Comisión de Paz, el senador Iván Cepeda, aseguró que “ni con atentados con explosivos contra soldados ni con voladura de oleoductos perpetrados por el ELN avanzaremos en la paz”. Es decir, al interior del gobierno la narrativa exige el cese de hostilidades, aunque esto no sea reconocido por miembros de la oposición.
Cuando se realizó el proceso de Paz con las FARC, algunas disidencias totalmente desenfocadas de lo que representa una ideología de resistencia y sumergidas en el negocio del narcotráfico buscaron sabotear el proceso, lo mismo pasa hoy en medio del proceso con el ELN. Estos hechos han sido aprovechados por el Centro Democrático y todos los sectores de oposición. Ministros y personalidades políticas colombianas rechazaron este miércoles el atentado atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN) que dejó nueve militares muertos y nueve heridos en la región del Catatumbo, en el noreste del país, que ha provocado tensión en el proceso de negociación de paz que adelanta la guerrilla con el Gobierno. La fuerza pública se ha debilitado, además por el fenómeno de corrupción.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, ha sido el más contundente alertando que “siempre hay la posibilidad de levantarse de una mesa cuando no hay condiciones para el diálogo” o “suspender un cese y ordenar ofensiva total cuando no hay voluntad real de paz”. Con esta acción de Estado nos encontramos ante un proceso de paz legitimo en Colombia donde el Estado no esta ausente.
Tras el ataque, el presidente, Gustavo Petro, llamó a consulta a la delegación gubernamental que negocia con el ELN, algo que “no implica un congelamiento de los diálogos” ni que el Gobierno se vaya a “levantar de la mesa”, pero sí una reunión para el próximo lunes “con negociadores y países garantes para evaluar decisiones respecto de los hechos recientes”.
Uno de los negociadores del Gobierno y presidente de la Comisión de Paz, el senador Iván Cepeda, aseguró que “ni con atentados con explosivos contra soldados ni con voladura de oleoductos perpetrados por el ELN avanzaremos en la paz”. “Por el contrario nos sumiremos más en el precipicio de la violencia”, por lo que se sumó a la “total condena” del atentado.
La Paz total de Petro no puede alimentar la guerra eterna de Uribe, mientras sigamos en ese camino estaremos en un estado fallido, donde los problemas fundamentales de la población seguirán sin ser atendidos, las reformas que plantea el Presidente Petro son importantes para el país, la oposición carece de argumentos y busca llevar al país a un conflicto con el mismo discurso que han manejado en años anteriores sin dar ninguna solución cuando han recuperado la vocación de poder, como lo vivimos en el pasado gobierno del Presidente Iván Duque.
Por. Daniel Mejía Lozano
Periodista Internacional
@DanielMejíaLoz2
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